Es tan difícil
poder expresar todo lo que siento cuando pienso en ti.
Has sido mi
abuela. Yaya fue la primera palabra que aprendí a decir y que gritaba por la
ventana de mi salón.
Yaya es la palabra
mas bonita que podías tener… porque te has portado como una yaya, porque me has
querido como una nieta mas, porque nunca me dejaste sola, porque siempre
estabas ahí cuando lo necesitaba, porque tus brazos siempre estaban dispuestos
a darme un abrazo y tus labios y mejillas preparados para dar y recibir esos besos
tan grandes y con tanto amor que nos dábamos y los que por cierto siempre
sonaban mucho…
Lo recuerdo todo
de ti, tus ojos, tu nariz, tu cara con arrugas en la frente, ese pelo gris y
rizado (al que en el verano le ponías un pañuelo o sombrero), tus labios, tus
pendientes, tus manos, esas manos que tanto me han abrazado… Me acuerdo
incluso, hasta de tus mandiles, tus zapatos negros que te ponías para salir o ir a misa.
Nunca pensé que
podría querer tanto a una persona, pero contigo descubrí que el roce y el
cariño, es mas fuerte que la propia sangre o que tus raíces.
Todo lo buena
persona que soy te lo debo a ti, por enseñarme a querer a mi familia y a la
tuya a la que también considero mía, por haberme tratado siempre como una mas…
Sabes, dicen que
nunca sabes lo que quieres a una persona en realidad hasta que la pierdes, y en
cierta manera es así.
No hay día en el
que no me acuerde de ti al mirar por mi ventana y ver la tuya de la cocina,
aquella en la que podíamos pasar horas hablando. En realidad, no hablábamos de
nada importante, pero los momentos más felices para mí, porque tú estabas
conmigo.
¿Te acuerdas? Y
tenia mi taza de Pocahontas y siempre llegaba a tu casa con sed, cogia uno de
los caramelos de menta de la nevera y yo ya era feliz.
¿Cuántas veces os
habré casado en aquel salón? ¿Te acuerdas cuando Luis te quería dar el beso o
cuando me sentaba en medio de los dos para ver la TV?
Contigo solo tengo
buenos momentos que recordar…
Y aunque durante
un tiempo te culpaba de tu propia muerte y me sentía mal recordándote, ahora
gracias a ti (que me cuidas desde el cielo) puedo escribir todas estas líneas,
llorando, por supuesto, pero sintiéndome orgullosa de tener la mejor yaya del
mundo.
TE QUIERO
No hay comentarios:
Publicar un comentario