Mi Nerea, de la
que conocí su existencia cuando iba a hacer la comunión con su hermano.
¿Te acuerdas, la
primera vez que estuvimos juntas? Fue para mi cumpleaños del 2001.
De aquello ya hizo
9 años. Nueve años de inmensa y verdadera amistad.
Recuerdo el año
que te quedaste a dormir en mi casa para la fiesta de Priesca; lo pasé genial a
tu lado, en realidad siempre que estoy a tu lado, estoy bien, me siento
protegida por ti.
Tú eres mi Nerea,
la que me enseñó que la amistad estaba por encima de todo y de todos; mi Nere a
la que considero mi hermana mayor que jamás tuve. A la que admiro y adoro desde
que conozco. A la que tiene la sonrisa más preciosa de este mundo y a la que
consiguió ser una parte muy importante en mi vida.
La que me ayudo (y
lo sigues haciendo) en todo.
Nunca olvidaré
todos los abrazos, besos, cariño… que nos hemos dado durante nuestra amistad.
Esta amistad que
sabíamos que algún día se distanciaría por los estudios, pero que nunca se
iría, porque seremos amigas hasta la muerte.
Te diría tantas
cosas, podría describir tantos momentos a tu lado; y todos han sido tan
preciosos, que siempre que los recuerdo en mi boca se pone una sonrisa y mi
corazón late orgulloso de tener una amiga como tu.
Para acabar solo
decirte que GRACIAS. Gracias por estar siempre.
Te quiero mucho,
Cris.
No hay comentarios:
Publicar un comentario