viernes, 24 de enero de 2014

23.01.14

Hoy más que nunca necesito que me abraces, como cuando era pequeña y estaba triste o tenía miedo.
Ojala pudiera agarrarme ahora mismo a ese mandil lleno de retales y a esas manos con arrugas, que demostraban tu sabiduría.
Necesito que me arropes, que me quites estas inmensas ganas de llorar. Que me abraces fuerte y me quites el miedo.
Ahora me siento tan pequeña como cuando iba a parbulitos y le tenía miedo a un niño y tu me consolabas.
Seguro que ahora, estés donde estés, me estarás mirando y limpiando alguna de las lágrimas que ahora derramo.
Ojalá solo con cerrar los ojos pudiera sentirte para coger fuerzas y valor para seguir tirando; pero hoy no es mi día.
Te echo de menos, echo de menos tu voz, tu olor y sobre todo, tus consuelos en días como hoy.
Nadie nunca será capaz de entenderme como lo hacías tú, nadie alivia el dolor como tú.
Sólo te pido que allá donde estéis me mandéis fuerza para poder con todo, para seguir luchando por mis sueños; ya que no podéis vivirlos conmigo, ojalá me ayudéis a conseguirlos.

Si supiera que cada vez que me duermo, apareceriais en mis sueños, me dormiría ahora mismo y tardaría siglos en despertar.

Desde la Tierra os mando muchos besos allá donde estéis, que seguro que es un lugar maravilloso como vosotros.

Os quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario